Accidentes de tráfico, abuso sexual, violencia de género,robo, etc
Especializados en esta rama del Derecho, desde este Despacho se ha prestado el asesoramiento jurídico a personas o empresas que han tenido problemas legales en esta jurisdicción por la comisión o intervención en algún tipo de delito castigado por nuestro Código Penal.
Encontrarnos con un problema de esta índole puede ir desde una alcoholemia positiva en la conducción, vernos involucrados en una pelea con alguien, estar investigados en un delito económico o delitos más graves que conlleven una posible condena en prisión.
Delitos contra la seguridad vial
Conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas o drogas.
Conducción temeraria.
Conducción con resultado de muerte o lesiones.
Delitos contra la salud, integridad corporal y mental
Abusos sexuales.
Acoso sexual.
Agresiones sexuales.
Violencia de género, malos tratos en el ámbito familiar.
Lesiones intencionadas.
Homicidios.
Delitos contra la administración pública:
Malversación de caudales públicos.
Prevaricación.
Denuncias falsas.
Delitos cometidos por menores de edad.
Delitos contra la libertad y el honor
Amenazas.
Coacciones.
Detenciones ilegales y secuestros.
Delitos contra el patrimonio y socioeconómico
Alzamiento de bienes.
Hurto.
Robo.
Apropiación indebida.
Daños.
Estafa.
Delitos por mala praxis profesional
Negligencias médicas con resultado de lesiones o muerte.
No todos los positivos en una alcoholemia suponen un delito penal. Sólo lo serán aquellos que superen una determinada tasa, actualmente del 0,60 mg/l, ya que por debajo de esos niveles se trataría de una sanción administrativa. En caso de superarlo sí nos veremos inmersos en un procedimiento penal ya sea a través de un juicio rápido o bien un procedimiento más complejo y que puede acarrear una pena de retirada del permiso de circulación así como de prisión, multa o trabajos en beneficio de la comunidad. Se hace imprescindible la asistencia letrada en estos procedimientos no sólo porque la ley lo exige sino porque nuestra defensa depende de nuestro asesoramiento y así reducir, en lo máximo, las posibles consecuencias.
Estar en un procedimiento penal no únicamente implica que seamos los acusados sino que podemos vernos en la posición de afectados o perjudicados. Como en este caso, el perjudicado tiene el derecho a personarse en el procedimiento y reclamar en su nombre cuantos daños haya sufrido. La mayoría de ocasiones se vuelve más exitosa dicha reclamación si contamos con el asesoramiento oportuno para que nos realicen esta reclamación porque en el peor de los casos, si no se alcanza un acuerdo antes para que nos paguen, deberemos ir a un juicio.
Quizás este es uno de los supuestos en que todo el mundo nos podamos encontrar en un momento u otro de nuestra vida. Lo primero de todo es mirar por nosotros en el sentido de curarnos si bien no debemos dejar de lado, pese a no haber finalizado el tratamiento médico, consultar con un abogado. Pensemos que toda lesión y secuelas derivadas en un accidente de tráfico, y en los casos de culpa del otro conductor, comporta un derecho a ser indemnizado. Probablemente los dos vehículos estarán cubiertos por una póliza de seguros con diferentes compañías aseguradoras que en cuanto sepan del accidente intentaran contactar con usted para, en el mejor de los casos, ofrecerle un importe para cerrar el asunto. Me encuentro como en muchas ocasiones esos importes indemnizatorios no corresponden con lo que realmente se le debía pagar a la persona que ha sufrido lesiones pero que lo cogió porque no tenía el asesoramiento adecuado, perdiendo así mucho dinero.
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